viernes, 11 de noviembre de 2011

Periodista hasta la muerte

Beatriz Betes Tarantino




Un recorrido por las vivencias de un periodista que dejará una larga estela en esta profesión

Resulta increíble ver hasta que punto una persona puede amar su profesión. Enrique Meneses un hombre de 82 años que pese a sus dificultades físicas sigue teniendo la mentalidad de un chaval que acaba de empezar en el mundo del periodismo.
Entre sus grandes virtudes se encuentra su vitalidad, sus ganas de vivir y de seguir activo día a día. Así nos lo demostró el pasado día dos de noviembre en una interesantísima charla que nos ofreció en la universidad.
Sesenta y dos años son los que le avalan en esta profesión que él mismo define como "profesión para supervivientes", dejando caer que es mejor que se retire el que no tenga vocación para ello.



Fueron noventa minutos de risas, recuerdos, consejos y preguntas. Vino dispuesto a contarnos lo que sabia y podía y a dejarnos un pedacito de su inmensa experiencia.
Meneses nos habla de su visión de la vida, de como un periodista no esta supeditado al dinero, sino a la voluntad y a la imaginación. Solo hace falta querer para poder y para ello hay que ser razonables, pedir lo imposible y tener claro que hoy en día nadie crea nada, sino que lo hace con una mayor o menor innovación. Siempre partiendo de la base de que la función de un periodista ante todo es: ir, ver, oír y contar.
Quiso hacer un pequeño recorrido de sus vivencias mas intensas. Oriente Medio, Cuba, India, Francia, Nueva York...y una larguísima lista que él mismo nombró con melancolía pero mezclado con una inmensa alegría.
Se ha jugado la vida en más de una ocasión, eso sí, siempre buscando la noticia y por muy arriesgado que fuera, intentando ser el primero en contarla.
Para Meneses es fundamental aprovechar las circunstancias, y harto de oír siempre malas noticias, cree firmemente que si es posible, hay que convertir un desastre en una victoria.
Entre risas y complicidades, nos alienta a que nunca nos atemos a nada ni a nadie, que si es posible nunca plantemos las raíces en ningún lugar concreto y que como hizo él en su día, viajemos si nos es posible, ya que es ahí donde nos realizaremos como personas y creceremos en nuestra profesión.
Escuchando a un periodista de esta calidad te das cuenta que en esta profesión la suerte sólo ocupa un tanto por ciento muy bajo frente a la importancia que supone el moverse, y sobre todo, el saber hacerlo. Hay que saber bien dónde y cuándo estar y para ello solo te queda informarte de todo todos los días, interesarte por lo que ocurre, y si fuera necesario preguntar hasta rozar la pesadez, pues solo así conseguiremos ser los primeros, y estar siempre al corriente de las cosas.
Durante toda la conferencia, hubo un panel que iba mostrando fotografías realizadas por el periodista durante toda su carrera, desde los milicianos cubanos durante la revolución de Fidel Castro, hasta el pintor Picasso junto con el torero Miguel Dominguín.







"La fotografía no sabe de traducción" afirma Meneses mientras nos muestra orgulloso todas las imágenes. Descubrimos así que no solo es un grande donde los haya en el mundo del periodismo, sino que la fotografía también ha sido unos de sus fuertes durante toda su carrera. Tal es la calidad de esas imágenes que solo con verlas te podías situar en el lugar y en los acontecimientos que querían mostrar, por ellos esa frase que no deja lugar a explicación.
Solo me queda recalcar que gente como Enrique Meneses hacen que reviva la chispa de la vocación por esta profesión, y que es muy gratificante ver que por mucho que pasen los años aún quedan personas como él que aman su profesión y la siente como si fueran principiantes.

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