Beatriz Betes Tarantino
EL Coreo Español del pueblo vasco
Nos encontramos ante una época de cambios, de nerviosismo ante lo desconocido, un clima contradictorio que combina el entusiasmo democrático con la continua decepción por la lentitud de las reformas políticas, así como la aguda crisis política, que tras el aumento del precio del petróleo en 1973 y 1979 sacude a todos los países occidentales y a España con especial dureza.
Una gran ola de atentados se suceden continuamente en el País Vasco, día tras día encontramos en los periódicos reseñas sobre algún disturbio, robo o asesinato que ayudan a fomentar la inestabilidad social y política del Estado.
EL Correo Español se hace eco de todos los acontecimientos que suceden en la comunidad, en sus portadas aparecen titulares como el de la imagen que no dejan lugar a dudas en cuanto a la firmeza con la que describe la situación. La foto de la izquierda es solo un párrafo de la editorial publicada el día uno de julio de 1978, en la que se refleja la postura antiterrorista que toma el propio periódico. Tal es la firmeza de su postura que no duda en dejar de publicar por un día "la hoja del lunes", como reivindicación ante el atentado por parte de ETA del periodista José María Portell, y en solidaridad con la jornada de luto vivida por todos los periódicos bilbaínos.
El 6 de julio de 1978 llegaron a Pamplona los San Fermines. Este año iban precedidos por una gran tensión entre grupos independentistas y de ultraderecha con el resultado de un joven fallecido, varios detenidos y numerosos heridos. Muchos no eran conscientes, pero durante esos días de fiesta se discutía un asunto muy serio y de profundo calado, la posibilidad de incluir a Navarra en la futura Comunidad autónoma Vasca.
Tales fueron esas tensiones que el día ocho de julio las fuerzas del orden público tuvieron que intervenir contra una revuelta iniciada en la plaza de toros y seguida por una revolución a las puertas de Gobierno Civil.
Todos los periódicos sacaron al día siguiente en primera plana los acontecimientos ocurridos en Pamplona. El Correo también quiso informar sobre tales acontecimientos pero he de poner hincapié en el trato que éste ha concedido a los hechos. Así como en otros periódicos la noticia podía ocupar dos o incluso tres páginas, El Correo únicamente ofrece una sola página. Redacta los hechos tal y como fueron de una forma bastante objetiva, pero sin señalar en profundidad el fallecimiento de Germán Rodríguez Sainz, únicamente comentado en una pequeña reseña, dejando entrever que las fuerzas del orden actuaron como debieron ante estos asaltantes y no dando mucho "bombo" a las formas en las que actuaron.
Así pues, al cabo de unos días el periódico vuelve a incluir en su interior media página en relación al chico fallecido en la revuelta de Pamplona. Durante todo el artículo se habla de cómo es el funeral, de quienes participan en él, del sacerdote que lo oficia, etc. pero dentro de todo lo que podría ser rutinario a como redactar un funeral, no pasa por alto incluir una pequeña reseña sobre que el fallecido durante años perteneció a la banda terrorista de ETA.
A partir de lo sucedido en Pamplona, y a raíz de la inestabilidad en la que se encontraba el país, el País Vasco en concreto entró en una debacle total. Aumento de la tasa de paro, huelgas generales, huelgas independientes en diferentes gremios, y para colmo, un partido que debería de decir mucho, como es el PNV, se limita a pedir que se reconozcan los derechos del pueblo vasco ante todo, sin darse cuenta al parecer de que el problema va mucho más allá de la simple ideología.
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